Todo da vueltas…

Carito y Bita María

Carito y Bita María

Así como ellos nos cuidaron a nosotros, ahora nosotros debemos cuidarles a ellos. A esta edad me doy cuenta la gran dimensión de esta afirmación.

Además de tener una madre ejemplar, yo tuve el honor que mi abuelita María me acompañé durante algunos años de mi infancia. Me imagino las horas interminables de estar con un niño o niña que, en épocas sin internet ni dispositivos inteligentes, una abuela tenia que idearse muchas actividades para poder entretener a la criatura. Porque, si no lo entretenía, vaya Dios a saber el relajo que ocasionábamos como infantes ignorantes.

Ahora que mi abuela no tiene mayor recuerdo que un minuto atrás, por la cruel presencia del alemán (como le dicen); en las pocas horas que ayudo a cuidar a mi abuelita, entiendo lo que realmente dedicó este ángel para mí. No es solamente estar viendo que no se caiga, o que no haga travesuras, es dedicarle mayor tiempo que el que uno está dispuesto, para idear actividades y ser empático para que mi abuelita no este solamente en sus olvidos y mejor con ejercicios pueda entretenerse y pasar momentos llevaderos y en paz, que es lo que más se merece mi ángel.

Familia Maldonado León

Dios me la bendiga…

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